” Quiero decir que no puedo ser
absolutamente leal, no está dentro de lo que soy capaz. Me gustan las mujeres,
o la vida, demasiado… no sé cuál de las dos cosas. Pero ríe, Anaïs. Me
encantaría oírte reír. Eres la única mujer que tiene un sentido de la alegría,
una sabia tolerancia; no, es más, parece que me instas a que te traicione. Por
eso te amo. Y ¿qué es lo que te lleva a hacer eso, el amor? Es hermoso amar y
ser libre al mismo tiempo.
No sé lo que espero de ti, pero
es algo parecido a un milagro. Te voy a exigir todo, hasta lo imposible, porque
me animas a ello. Eres realmente fuerte. Me gusta incluso tu engaño, tu
traición. Me parece aristocrático (¿suena inapropiada la palabra aristocrático
en mi boca?).
Sí, Anaïs, pensaba en como
traicionarte, pero no puedo. Te deseo. Quiero desnudarte, vulgarizarte un poco…
no sé, ay, lo que me digo. Estoy un poco bebido porque tú no te encuentras
aquí. Me gustaría dar una palmada y voila, ¡Anaïs! Quiero que seas mía, usarte,
follarte, enseñarte cosas. No, no siento aprecio por ti, ¡no lo permita Dios!
Tal vez quiera hasta humillarte un poco, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué no me
arrodillo ante ti y te adoro? No puedo, te amo alegremente ¿te gusta eso? Y
querida Anaïs, soy tantas cosas. Ves solamente las cosas buenas ahora, o al
menos eso es lo que me haces creer. Quiero tenerte al menos un día entero
conmigo. Quiero ir a sitios contigo, poseerte. No sabes lo insaciable que soy,
ni lo miserable, además de egoísta.
Me he portado bien contigo. Pero
te advierto, no soy ningún ángel. Pienso principalmente que estoy un poco
borracho. Me voy a la cama; resulta demasiado doloroso permanecer despierto.
Soy insaciable. Te pediré que hagas lo imposible. No sé lo que es.
Probablemente tú me lo dirás. Eres más rápida que yo. Me encanta tu coño, Anaïs,
me vuelve loco. Y tu manera de pronunciar mi nombre. ¡Dios mío, parece irreal!
Escucha, estoy muy ebrio. No soporto estar aquí solo. Te necesito. ¿Puedo
pedírtelo todo? Puedo ¿verdad? Ven enseguida y fóllame. Descarga conmigo.
Rodéame con las piernas. Caliéntame.”
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