martes, 12 de febrero de 2013

The Postal Service / Give Up [2003]


La astronomía nació de la superstición; la elocuencia, de la ambición, del odio, de la adulación, de la mentira; la geometría, de la avaricia; la física, de una vana curiosidad; todas, incluso la moral, del orgullo humano. Por lo tanto, las ciencias y las artes deben su nacimiento a nuestros vicios: dudaríamos menos de sus ventajas si lo debieran a nuestras virtudes.

Rousseau.
¿Qué comitiva de vicios no acompañará a esta incertidumbre? No más amistades sinceras; no más estima real; no más confianza fundada. Las sospechas, las sombras, los temores, la frialdad, la reserva, el odio, la traición se ocultarán siempre tras el velo uniforme y pérfido  de la buena educación, esta urbanidad tan elogiada que debemos a las luces de nuestro siglo. Ya no se profanará con juramentos el nombre del amo del universo, pero se le insultará con blasfemias y nuestros oídos escrupulosos no se ofenderán. Ya no elogiaremos nuestro mérito propio, pero rebajaremos el de los demás. No ultrajaremos burdamente a nuestro enemigo, pero le calumniaremos con habilidad. Los odios nacionales se apagarán, pero será conjuntamente con el amor a la patria. Se sustituirá la ignorancia despreciada por un peligroso pirronismo. Habrá excesos proscritos y vicios deshonrosos, pero otros serán condecorados con el nombre de virtud; será menester tenerlos o fingirlos. Quien quiera que alabe la sobriedad de los sabios; por mi parte, no veo en ellos más que un refinamiento de la intemperancia, tan indigno de mi elogio como su artificiosa sencillez.

Rousseau. 
 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Music / Frank O´Hara


If I rest for a moment near The Equestrian
pausing for a liver sausage sandwich in the Mayflower Shoppe,
that angel seems to be leading the horse into Bergdorf's
and I am naked as a table cloth, my nerves humming.
Close to the fear of war and the stars which have disappeared.
I have in my hands only 35¢, it's so meaningless to eat!
and gusts of water spray over the basins of leaves
like the hammers of a glass pianoforte. If I seem to you
to have lavender lips under the leaves of the world,
      I must tighten my belt.
It's like a locomotive on the march, the season 
      of distress and clarity
and my door is open to the evenings of midwinter's
lightly falling snow over the newspapers.
Clasp me in your handkerchief like a tear, trumpet
of early afternoon! in the foggy autumn.
As they're putting, up the Christmas trees on Park Avenue
I shall see my daydreams walking by with dogs in blankets,
put to some use before all those coloured lights come on!
      But no more fountains and no more rain,
      and the stores stay open terribly late.


1953